Hay momentos en la vida en que una sola decisión, en un solo instante, cambia irremediablemente el curso de las cosas.
Cuando decides disparar a alguien,
cuando decides quererlo o no quererlo,
cuando decides tirar para adelante,
cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea.
Esa décima de segundo,
podrá hacer girar todo al lado oscuro, o inundarlo de luz
podrá hacer de ti un héroe, o un criminal,
podrá llevarte al cielo o al infierno,
pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás.
Cuando decides disparar a alguien,
cuando decides quererlo o no quererlo,
cuando decides tirar para adelante,
cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea.
Esa décima de segundo,
podrá hacer girar todo al lado oscuro, o inundarlo de luz
podrá hacer de ti un héroe, o un criminal,
podrá llevarte al cielo o al infierno,
pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario