sábado, 19 de febrero de 2011

El "tic-tac" de tu reloj.

Das vueltas en la cama, no puedes dormir, son las 3 de la mañana y llevas una hora entera intentando dormirte.
Abres los ojos y toda la habitación está oscura y en silencio, solo oyes el "Tic-tac" de tu reloj, sonando sin parar, sin que se pare un solo segundo, y en ese momento, en ese preciso instante te das cuenta de todo.
De que cada segundo, cada mirada, cada parpadeo, cada suspiro, cada palabra, tiene un significado, tiene un sentido lógico, una importancia.
Miras hacia atras en tus recuerdos y ves, que tienes razon, que de las tonterias insignificantes, de los insultos o de una simple pelea, hemos aprendido algo, algo que nos ha enseñado a crecer, a seguir, a ser fuertes, a no rendirse por mucho que no quieras salir adelante.
Te han enseñado a madurar, a creer, a soñar, a desconfiar, a saber lo que quieres hacer con tu vida.
Vuelves al presente y sigues viendo la habitación oscura, en penumbra, pero ahora ese "tic-tac" suena diferente, suena a que aprobeches cada segundo como si fuese el ultimo, y a rendirte solo cuando llegue el momento, que uno mismo, no lo elige, llega y se acaba.

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