+¿Estas escuchando eso?
- No, no escucho nada.
+ Ese es tu problema, que solo oyes, no escuchas.
Mira, si ESCUCHARAS, no te perderías muchas cosas.
- Dime, dime solo una cosa que me haya perdido, según tú.
+ ¿Solo una? Mira, te has perdido el sonido de las olas, te has perdido el último canto de un pájaro, porque ahora está muerto..
- Pero eso no merece la pena escucharlo.
+ Te has perdido cada vez que te he dicho lo mucho que te quiero, que te necesito a cada momento, a cada segundo, te has perdido todo lo que me haces sentir cuando me abrazas. Todo eso, y ¿sabes por qué?
- Por que..
+ Sí, porque en vez de escuchar, oyes. Nada tiene la suficiente importancia para tí como para escucharlo.

Me encanta este texto :)
ResponderEliminarmuchas veces vemos oimos o hablamos, pero casi nunca miramos, escuchamos o nos comunicamos. Es triste no darse cuenta de las miles de cosas que nos rodean..
pasate por mi blog! http://carpediem-nuncadigasnunca.blogspot.com/
Gracias (:
ResponderEliminarBueno, es que hay veces que nos perdemos cosas maravillosas por no saber escuchar y no solo oir.
Me pasaré por tu blog !
Un beso.