domingo, 10 de abril de 2011


+¿Estas escuchando eso?
- No, no escucho nada. 
+ Ese es tu problema, que solo oyes, no escuchas. 
Mira, si ESCUCHARAS, no te perderías muchas cosas.
- Dime, dime solo una cosa que me haya perdido, según tú.
+ ¿Solo una? Mira, te has perdido el sonido de las olas, te has perdido el último canto de un pájaro, porque ahora está muerto..
- Pero eso no merece la pena escucharlo.
+ Te has perdido cada vez que te he dicho lo mucho que te quiero, que te necesito a cada momento, a cada segundo, te has perdido todo lo que me haces sentir cuando me abrazas. Todo eso, y ¿sabes por qué?
- Por que..
+ Sí, porque en vez de escuchar, oyes. Nada tiene la suficiente importancia para tí como para escucharlo.
- Te equivocas. He escuchado cada vez que un te quiero salía de tu boca, he sentido lo que tu sientes al abrazarnos, porque tú, tú eres lo más importante que puede haber en mi vida.

2 comentarios:

  1. Me encanta este texto :)
    muchas veces vemos oimos o hablamos, pero casi nunca miramos, escuchamos o nos comunicamos. Es triste no darse cuenta de las miles de cosas que nos rodean..
    pasate por mi blog! http://carpediem-nuncadigasnunca.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. Gracias (:
    Bueno, es que hay veces que nos perdemos cosas maravillosas por no saber escuchar y no solo oir.
    Me pasaré por tu blog !
    Un beso.

    ResponderEliminar