lunes, 18 de abril de 2011

Se escucha llover..

Apoyada en la ventana, ve la lluvia caer, mojar a la gente que corre para ponerse a salvo.
Sonríe. Tienes unas ganas locas de salir corriendo a bailar bajo la lluvia. Ella sola, le da igual. Quiere olvidarse de todo lo que le ha pasado durante el día, este horrible día..
Pensó que nunca acabaría, pero ahí está, sentada sobre la mesa de su escritorio, con el pijama puesto y viendo como poco a poco la lluvia se hace más densa e impide que disfrute de la reacción que está creando.
Recuerda. Recuerda esos días de lluvia de verano en los que él estaba junto a ella. Que corrían por toda la playa, hasta cansarse y caer rendidos a la húmeda arena.
Quiere que vuelva, que la lleve a sitios con los que ha soñado, pero no ha podido ver. Quiere hacer todas las cosas que se les ocurran durante todo un día, su día. Y que ese día sirva para que vuelvan a sonreír juntos, que vuelvan a ser tan felices como en un principio.
Pero despierta de ese sueño. Vuelve a la realidad. Esa realidad en la que él tiene a otra y que ella es solo historia.
De repente, una tímida lágrima se le escapa y recorre poco a poco su mejilla y llega al borde de su cara. Se la seca antes de que caiga.
Está triste. No quiere seguir adelante. La lluvia la deprime más, hasta que descubre un claro en aquella tormenta que le hace pensar.
Vuelve a sonreír. Ahora sabe que no debe rendirse. Que si el camino se complica, será capaz de superarlo.

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