miércoles, 1 de junio de 2011

Un día te hice la promesa de nunca dejar de amarte.

No fue hace mucho, solo sé que gracias a ti, he aprendido a querer a una persona por encima de todas las cosas.
Quizá me toque esperar demasiado tiempo para que alguna vez pueda sentir que tus latidos del corazón palpiten a la vez que te diga a cada segundo que te quiero.
No se cuanto me tocará esperar a que quizá algún día pueda notar tus labios cerca de los míos con nuestra respiración más fuerte que nunca.
También puede que me equivoque y nunca pueda sentir la felicidad absoluta a tu lado.

Solo puedo asegurarle al mundo entero que siempre serás tu el que llene mi cabeza de sueños imposibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario