jueves, 18 de agosto de 2011

De repente llega una discusión, una pelea tonta, que te hace darte cuenta de que ella es más que tu gran amiga. Más que esa hermana que se olvidaron darme.
Más que mi cómplice en millones de locuras. Más que mi compañera en tarde de aventura.
Que es esa amiga a la que le debes la mayoría de las cosas que has hecho en tu vida, desde que la conociste.
La protagonista de momentos inolvidables, de palabras con otro sentido oculto. La única persona que sabe todos tu secretos y que sabe interpretar esas miradas que gritan ayúdame.
La que me obliga a seguir adelante cada día intentando superarme más y más.
Gracias, otra vez, por ser como eres y haberme dejado entrar en tu vida e impedir que saliera de ella en cualquier momento.
Gracias por existir.




Te quiero tanto, que no podrías ni imaginartelo.

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