Where one finds the justice?

Vivo en un mundo sin escrúpulos, en el que la policía calla bocas con palos.
Se dedican a hacer justicia a golpes, e inventar la verdad que les interesa.
Te juro que no pienso quedarme con los brazos cruzados. Pienso demostrar que estos hijos de puta lo único que quieren es forrarse de dinero, mientras hay gente que se muere de hambre cada día.
Este puto mundo que me da asco. Que odio saber que la realidad es esta, la que mata a gente y se condena con  un piso de lujo, llamado cárcel. Claro, tenían que ponerle ese nombre para disimular el engaño que creen que nos tragamos todos.
Lástima que nos queda algo de esa razón que quieren quitarnos, y somos capaces de plantarnos delante de ellos, formar una gran barrera para defender nuestros derechos.

La libertad. Libertad de expresión. De decir o hacer lo que nos de la gana si sabemos que es por una buena causa. Que nosotros sí que respetamos los límites, y sabemos retirarnos cuando sabemos que la batalla es un error.
Vamos, dime que vas a quedarte sentado, mientras te quitan lo que es tuyo, no defiendes aquello que te pertenece. ¿Sabes lo que significa? Que no te importa lo que hagan contigo, que te manipulen.
Estoy harta de leyes estúpidas, creadas para rellenar ese programa en el que se creen que nos dan esperanza, y nos la quitan con cada noticia.
Preocupémonos por la gente que tiene que vivir en la calle, porque el Gobierno opina que no merecen una casa. ¿Qué ser humano no se merece una casa, porque no puede pagarla?
Empecemos a ser personas normales, de los pies a la cabeza. Pongámonos serios con esto. La vida de gente corre peligro y solo se preocupan de limpiarse la manos.
¡Por favor!
¡Escúchense un solo segundo, y dense cuenta de la cantidad de barbaridades que le salen por la boca!